Andahuaylas se retrata en el perfil de doña Avelina Huamán, “Avicha” mujer caritativa, panadera que recolectaba el trigo desde el mes de junio, caminaba por entre las faldas de los cerros y llegaba a sus conocidos en tiempos de trilla, sus ojos soñaban con la masa, el horno, la levadura, el azúcar y la alegría de los niños.
Se trata de un perfil de mujer trabajadora que no se entrega al dolor, huérfana es criada por comerciantes, que la trataban como sirvienta, y solo al enamorarse vuelve a sentir esa alegría y afecto de su padre músico que falleció cuando tenía siete años.
Así sobrevive “Avicha” con su labor aprendida, sonriendo con sus dos únicos dientes.