El autor fundamenta la existencia, en países como el Perú, de una cultura de abusos, arbitrariedades y atropellos que marcan todo el accionar nacional. Esta cultura funciona como una caja de resonancia que amplifica inequidades, exclusiones y discriminaciones, y estaría en los orígenes de nuestro atraso social y económico, aunque suele pasar desapercibida por la complicidad emanada del acostumbramiento.
